Apthapi, algo interesante para leer!

Apthapi

by
Cristina Olmos
(Santa Cruz de la Sierra)

El 21 de junio, Año
Nuevo Aymara o Wilkakutti, se come Apthapi. Se trata de una comida que no tiene
receta. Ella trae todo lo que da la tierra y la cría de animales, en la época
que se lo consume. Es una comida comunitaria donde cada persona aporta con lo que
produjo su tierra y los animales que cría.

Machaqa Mara que dice que cada 21 de junio el sol renace, pues se encuentra en
su punto más débil y a partir de este día empieza a retomar fuerzas. Es
entonces cuando el ser humano tiene condiciones de absorber algo de la energía
renovadora del nuevo sol levantando las manos justo en el momento en que sale
del horizonte. Es el solsticio de invierno-verano (muy diferente del equinoccio
primaveral-otoñal). Ese día también recordamos el Año Nuevo Andino-Amazónico:
5120 (Ano 2012 Calendario Cristiano).

Los lugares donde generalmente se celebra el solsticio y se comparte un Apthapi
es Tiwanacu, Samaipata, Cobija, Tarabuco, Sabaya, Illimani, Inkallajta,
Uchumachi, Pasto grande, Pampa Aullagas, Challapata, Uyuni, Chulumani, Puerto
Acosta, Cotagaita, Guanay, Caranavi, Huatajata, Suriki, Desaguadero, Betanzos,
Villazón, San Lucas y Pocoata figuran entre los sitios rituales más conocidos
en el país.

La costumbre de compartir alimentos entre los miembros de una comunidad, amigos
o familiares se conoce entre los aymaras como apthapi y es una herencia de los
pueblos nativos del occidente boliviano. La palabra proviene del vocablo
apthapiña, que significa “recoger de la cosecha”. El apthapi procura compartir,
unir a la familia, a la vez que permitir a las comunidades reconciliarse con
aquellas que se encuentran distanciadas por discusiones o problemas.

En el campo, los comunarios entregan una porción de sus cosechas y de su
producción ganadera.

Entre los alimentos de la mesa es posible degustar jawas phusphu (habas
cocidas); kanka (carne asada), chuño phuthi, chuño cocido; qhatit ch’uqi
(especie de papa) y jallpa wayk’a (ají amarillo molido con trozos de las colas
verdes de la cebolla), en la merienda no faltan mut’i o mote desgranado;
millk’itika thixi, queso frito criollo; puquta phuthi, plátano cocido y k’awna,
huevo duro o frito.

Los comestibles son expuestos en hijilla, un aguayo o una bayeta tendido en el
piso que sirve para presentar ante todos la comida recolectada. “Sobre unos
aguayos tendidos al piso, comunarios del altiplano boliviano colocan —cada uno
lo que puede, lo que produce — y todos comparten a partes iguales.

Dice el sociólogo y catedrático universitario Salvador Romero: “Los
apthapis han sido elevados al rango de banquete presidencial; así han recobrado
popularidad. No son nuevos ni en el campo ni en las ciudades del Ande. A
principios del siglo XX, los paceños de clases medias y altas los servían en
los días de campo, como recuerda la narrativa de aquellos años…”
A los estudiosos e investigadores le dejo esta dirección en a que encontraran
“toda” la información sobre este ritual aymara.

http://cedoin-gtz.padep.org.bo/upload/diplomacia-vida_cinco.pdf
AÑO 5.520

Share and Enjoy

  • Facebook
  • Twitter
  • Delicious
  • LinkedIn
  • StumbleUpon
  • Add to favorites
  • Email
  • RSS